Hechos 13:47
Así nos lo ha mandado el Señor:
“Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”.
El Ministerio El Buen Samaritano ha podido fortalecerse a lo largo de los años, gracias a personas que han creído que es posible, con recursos y sin ellos, transformar el mundo, no por nuestras propias habilidades sino confiando plenamente en el Señor Jesucristo. Damos gracias hoy, por cada uno de los miembros de esta familia El Buen Samaritano, que día a día, continúan sirviendo al Señor de una manera firme, sin importar las circunstancias o adversidades, “Como viendo al invisible” Hebreos 11:27.
Hoy queremos resaltar la labor que por más de dos décadas ha ejercido Angela Alzate, una de las fundadoras de la organización, quien desde un inicio ha creído en la misión de ir y alcanzar a las comunidades mas vulnerables. Angela se unió al equipo del Buen Samaritano cuando era solo una niña, luego colocó completamente al servicio su conocimiento y entrenamiento como enfermera profesional (BSN) egresada de University of Phoenix – Bachelors in in Nursing y docente universitaria. A lo largo de los años, ella continúa buscando su crecimiento y formación para poder ponerlos en disposición de los más necesitados.
Ángela ha participado en misiones transculturales de gran impacto en Marruecos y Haití. Nos ha acompañado en diferentes brigadas médicas y de obra social en Colombia, México y otros países de America Latina, como también en Estados Unidos, siempre sirviendo a las comunidades más vulnerables; llevando como bandera la única esperanza que cada uno de nosotros podemos encontrar en la Palabra de Dios y proporcionando recursos y oportunidades a muchas familias en momentos de angustia.
Hoy, como Ministerio El Buen Samaritano, queremos dar las gracias a Dios por mover los corazones de personas que han aceptado el llamado a servirle. Bendecimos a Ángela, a su esposo Jorge Andrés y a su hija Sophia.
Gracias Ángela por la forma en que has ejercido tu llamado; sabemos que con este pequeño homenaje no alcanzamos a cubrir tantos años de fidelidad, servicio y entrega; pero nuestro Padre Celestial lo sabe y a Él damos la gloria y la honra por tu vida y las vidas que has podido transformar a través del amor y pasión al servicio de quienes más lo necesitan.
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