Desde la creación y por todas las generaciones, Dios ofrece las bases indispensables para todo el mensaje misionero a la humanidad.
Una misión integral que abarca la totalidad del ser humano y la sociedad, en sus necesidades mayores.
Todos los pueblos de la tierra han de llegar a conocer al Creador del universo y el Señor de la historia, al Dios que nos ha amado por siempre y ha manifestado su amor y compasión, ocupándose de una manera especial del ser humano en su estado más vulnerable, como las viudas, los huérfanos, los extranjeros, las personas que sufren por uno u otro motivo.
Dios comisiónó desde el principio de la humanidad, como lo señala la historia universal y la historia bíblica, a muchas personas para ser bendición a la humanidad. Las enviaba a cumplir una misión y las equipaba con todo lo que necesitaran para cumplir dicha misión.
En el momento presente, de igual modo, el Dios misionero sigue involucrándonos a todos en la hermosa tarea de “Ser bendición para la sociedad”. Este es un un compromiso y responsabilidad de todo ser humano, de toda comunidad, de toda organización, de toda empresa, de todo gobierno. Lo conocemos como “El desarrollo de nuestra responsabilidad social y corporativa”.
Las misiones se traducen como la expresión del amor de Jesucristo con nuestro prójimo reflejado en la compasión, la ayuda, el servicio, el apoyo para cubrir necesidades prioritarias, el acompañamiento al enfermo, la visita a los presidiarios, el consuelo a los afligidos, entre muchas obras de misericordia.
De esta manera te invitamos a que te unas a la labor misionera que desarrolla el Ministerio Hospitalario El Buen samaritano con
“Acciones que producen esperanza”
“Acciones que dan ganas de vivir”
“Acciones que cuentan”